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Por Ana Rodríguez

Esa fue la pregunta de varias personas, grupos y colectivos que se encontraban a favor del Acuerdo de Paz realizado entre el Gobierno Colombiano y el Grupo Armado Ilegal Organizado al Margen de la Ley, las FARC-EP (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo), se hicieron. Y es que según el pensamiento colectivo las iglesias cristianas católicas y no católicas deberían ser las primeras en apoyar un tipo de acuerdo como estos después de 52 años de conflicto armado entre las fuerzas regulares del Estado y el grupo rebelde.

Muchas han sido las opiniones sobre el tema y varias las críticas que los creyentes recibieron, sin embargo, quisiera exponer un punto de vista diferente sobre el tema.

Lo primero que hay que reconocer es que no todas las iglesias cristianas fueron partidarias de un NO en los comicios del 02 de octubre de 2016 en Colombia. En su mayoría las iglesias históricas mostraron un apoyo muy importante para la realización de este Acuerdo, como es el caso de los Menonitas, Metodistas, Presbiterianos, entre otros.

Ahora bien, en lo que respecta a este tema, es necesario señalar que los grupos cristianos protestantes o evangélicos, como son conocidos en Colombia, nacieron desde la diferencia en un ambiente mayoritariamente católico. Los evangélicos crecieron como una minoría, perseguidos desde sus inicios.

En ese sentido, podríamos decir que las iglesias evangélicas colombianas desde el principio se construyeron partiendo de la disidencia del sistema imperante. A partir de allí se auto-reconocieron como los “guardas” de la verdadera religión o más bien la “sana doctrina” frente a una religión que muchos de ellos han considerado como una religión falsa, la religión católica, hecho que les dio una voz de muchísima autoridad frente a los miles de creyentes que poco a poco se fueron sumando.

La predicación de la “verdadera doctrina”, que es uno de los baluartes de las iglesias protestantes, fomentó en muchos de sus seguidores una confianza casi ciega hacia sus líderes espirituales. El hecho de haberse encontrado en un grupo religioso que respondió a muchas de sus dudas y resolvió muchos de sus conflictos, hizo de estas iglesias un lugar que resguardaba la verdad y convirtió a sus pastores en prácticamente la “voz de Dios”.

Esta autoridad que se ganaron varios grupos protestantes importantes les dio la posibilidad, no solamente de ganar varios adeptos muy confiados en sus líderes, sino incentivó el deseo de tener representación política. Considerando que algunas corrientes pentecostales y post-pentecostales también tienen una fuerte influencia de la ideología del Reino Ahora, y que su crecimiento fue muy profuso, varias de ellas usaron el gran número de adeptos como un fortín político que se ha ido consolidando fuertemente con los años. Esto es claramente palpable en Iglesias como La Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional que fundó el partido político MIRA[1], la Misión Carismática Internacional, el Iglesia Misionera Bethesda y la Iglesia Manantial de Vida Eterna, las cuales aunque no fundaron partidos políticos han tenido cargos políticos importantes.

Estos intentos por tener una vida política tuvieron como efecto que las Iglesias buscaran apoyo de partidos y dirigentes políticos que las acompañaran en su propósito. Muchos de sus representantes se vieron en envueltos en grupos políticos fuertemente cuestionados por sus nexos con grupos paramilitares, como ocurrió, por ejemplo, con el caso del Pastor Enrique Gómez[2] de la Bethesda, arriba mencionada. Es decir, muchas de estas congregaciones lograron aliarse políticamente aunque eso les supusiera una venta de su identidad como iglesias.

Es importante añadir que varias iglesias fueron perseguidas y sus pastores asesinados por grupos insurgentes durante la época del Acuerdo de Paz que inició el Presidente Andrés Pastrana y las FARC durante su mandato, entre los años 1998 y 2002[3], por lo que muchas de las Iglesias encontraron alivio en el siguiente mandatario, Álvaro Uribe Vélez, y debido al respaldo que tuvieron por parte de él, no tardaron en señalar que su Gobierno era el propósito de Dios para Colombia y que él era escogido de parte de Dios en el Avivamiento que según ellos se gestaba para nuestro país, encuentros con el entonces presidente se dieron en Iglesias como Centro Mundial de Avivamiento[4] cuyo pastor es Ricardo Rodríguez, la Iglesia Misión de Restauración y Avivamiento a las Naciones dirigida por el pastor Pablo Portela[5], y particularmente, la Misión Carismática Internacional liderada por el pastor César Castellanos[6] que ha tenido una relación muy cercana con Álvaro Uribe Vélez.

Sumado a lo anterior, muchos de los líderes de las denominaciones cristianas se auto asignaron una investidura de elegidos de parte de Dios, según la cual, ni sus palabras, ni sus acciones podían ser objeto de discusión, so pena de recibir una maldición de parte de Dios. Es común percibir en las comunidades religiosas de este corte, un gran temor al hablar de sus “superiores” y un gran espíritu defensivo frente a otras personas que cuestionen la labor, las palabras o las acciones de sus líderes. Su actitud defensiva puede ser tan sólida que fácilmente pueden caer en palabras ofensivas y promesas de maldiciones. Se cercena desde el principio toda voz de diferencia, sentido crítico y cuestionamiento. Estar por fuera del molde establecido por esta élite religiosa, casi que significa estar por fuera de la voluntad de Dios. Por lo que no es difícil reconocer el poder que esta élite tiene sobre sus feligreses.

Todo lo anterior, además del hecho de que la población colombiana en su mayoría no tiene el hábito de leer, tiene trabajos demandantes y necesidades urgentes que atender que los mantienen fácticamente al margen de las decisiones trascendentales del país, fueron la suma de factores que facilitaron el engaño y la manipulación de la que impunemente fueron objeto.

Y es que en este punto quiero ser enfática sobre mi posición al respecto: juzgar a los cristianos por el simple hecho de ser cristianos y atacar su fe llamándolos ignorantes, es desconocer que muchos de ellos obedecen a sus líderes porque están convencidos de que ellos hablan la palabra de Dios y que, por lo tanto, están en lo correcto. Y me atrevo afirmar, sin temor a equivocarme, que los fieles de estas congregaciones también son víctimas de un sistema que no solamente ha cercenado su pensamiento, su voluntad propia, su capacidad de decisión e incluso sus finanzas, aunque este último punto no hace parte del tema que desarrollo aquí.

En ese sentido, aquellos cristianos que votaron NO al plebiscito del Acuerdo de Paz con las FARC, lo hicieron guiados por personas que tienen intereses políticos e intereses personales, que los utilizaron como parte de una estrategia de propaganda que difundió información falsa sobre el proceso de paz, particularmente relacionada con el “modelo de familia original”, pues según ellos mismos mintieron, el Acuerdo Final incluía la obligación establecer lo que ellos llaman “ideología de género”[7], aunque dicha ideología no estaba dispuesta en el acuerdo de paz final. También hablaron del ateísmo, del comunismo, de terminar en la misma situación de Venezuela; pero sobre todo y lo más penoso de todo fue escuchar a varios de ellos decir cómo Dios iba a enviar castigo sobre Colombia por votar a favor de este proceso de paz.

Siendo cristianos obedientes, tal y como los han enseñado ¿Cómo podían resistirse ante tantas amenazas y presiones? ¿No es claro que toda esta manipulación tiene resultados seguros cuando se tiene una comunidad persuadida de que todo lo que ellos hablan es palabra de Dios? Son comunidades enteras que hacen y dicen tal como su pastor les dice. Algunos de sus discursos se pueden ver aquí: https://www.youtube.com/watch?annotation_id=534eca48-0-2dc5-9f9f-1a11393b08&feature=iv&src_vid=HJS5nGG4jk8&v=hSySHeMFIVU

Finalmente, uno de los gerentes de la Campaña por el NO y uno de los más cercanos del, ahora senador, Álvaro Uribe Vélez, Juan Carlos Vélez Uribe, reconoció públicamente que habían empleado toda una campaña enfocada, no en hablar sobre el acuerdo, sino en desprestigiarlo con argumentos falsos[8].

Según mi opinión y todo lo que he expuesto, un cristiano común y corriente votaría que NO a la paz, cuando ha sido engañado y manipulado en toda su vida de fe, por una élite que lo usa para sus fines personales y sólo lo toma en cuenta cuando necesita sus diezmos.

 

 

[1] La información sobre el MIRA se puede consultar en: http://movimientomira.com/ (Última vez visitado, 10 de octubre de 2016)

[2] El pastor Gómez se presentó como candidato a senador en un partido político en el que no resultó elegido, sin embargo, debido a que cuatro senadores que obtuvieron más votos que él fueron siendo condenados por parapolítica (es decir con nexos con el paramilitarismo), él logró ocupar el escaño en el Congreso. Para más información, se puede consultar http://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-6748607 (última vez visitado, 10 de octubre de 2016)

[3] Se puede consultar información al respecto en http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-721514 (última vez visitado, 10 de octubre de 2016)

[4] Aquí un ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=VxwxGJVrQAM

[5] Aquí un ejemplo https://www.youtube.com/watch?v=vwrIC_yLA7o (última vez visitado, 10 de octubre de 2016)

[6] Aquí un ejemplo https://www.youtube.com/watch?v=ZuG91vZIa4g (última vez visitado, 10 de octubre de 2016)

[7] Un buen resumen se encuentra en http://www.semana.com/nacion/articulo/ideologia-de-genero-una-estrategia-para-ganar-adeptos-por-el-no-al-plebiscito/488260 (última vez visitado 10 de octubre de 2016)

[8] La entrevista completa se puede leer aquí: http://www.larepublica.co/el-no-ha-sido-la-campa%C3%B1a-m%C3%A1s-barata-y-m%C3%A1s-efectiva-de-la-historia_427891 (última vez visitado 10 de octubre de 2016)

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